Con la llegada del calor, muchas personas retoman o intensifican la actividad física con el objetivo de “llegar mejor” al verano. Sin embargo, hacerlo de manera apresurada puede derivar en lesiones. En una entrevista en LN+, el kinesiólogo Emiliano Gallegos advirtió que uno de los errores más frecuentes es empezar sin una adaptación progresiva. “Hay estructuras del cuerpo que tienen que adaptarse a las cargas”, explicó.
Según el especialista, el foco inicial no debería estar en cuánto peso se levanta ni en la intensidad extrema, sino en cómo se mueve el cuerpo. “Lo más importante es la técnica del ejercicio, no la carga, para no lesionarse”, sostuvo.
Por eso, recomendó comenzar con ejercicios básicos, permitir que el cuerpo se adapte y recién luego aumentar la exigencia según cada persona.
Que cuidados hay que tener para entrenar en el veranoGallegos señaló la importancia de evaluarse para entrenar de forma adecuada: “Lo fundamental es hacer una evaluación, preguntar por los hábitos y, a partir de eso, planificar”, explicó. El objetivo, indicó, es generar estímulos pequeños que permitan progresar día a día sin sobrecargar el organismo.
En ese marco, recomendó una frecuencia razonable: entrenar alrededor de tres veces por semana. Aun así, hizo una advertencia clave sobre el estilo de vida actual: “Siempre la balanza se inclina al sedentarismo”, dijo.
Y siguió: “Nos consideramos no sedentarios, pero muchas veces somos sedentarios que hacen deporte”, en referencia a quienes pasan la mayor parte del día sentados y concentran toda la actividad en un solo momento.
Para reducir el riesgo de lesiones, el kinesiólogo destacó que toda rutina debería respetar tres etapas fundamentales:
Más allá del gimnasio o el entrenamiento formal, Gallegos subrayó la importancia de romper con el sedentarismo cotidiano.
Las llamadas pausas activas pueden marcar la diferencia: “Si trabajamos ocho horas sentados, sirve bajar y subir escaleras en lugar del ascensor o hacer algunas sentadillas mientras se prepara un café”, ejemplificó.


