Aunque los operadores de correo internacional esperaban que el fervor de compras al exterior se calme en el último tramo del año por la recesión del segundo semestre, a contramano de la caída del consumo local, en noviembre las compras al exterior volvieron a ubicarse en el techo histórico de u$s 100 millones.
El rubro “resto” que representa en un 95% compras via courier en el informe de intercambio comercial que elabora el Indec mostró un salto de 240,6% interanual, en el ante último mes del año, duplicando el promedio de 50 millones del primer semestre del año.
La marcada tendencia al alza de las compras al exterior genera una disyuntiva: mientras los consumidores consiguen mejores precios las industrias locales se derrumban. Además, advierten que por el alto nivel de apertura, frente a una señal de mejora del poder adquisitivo como el aguinaldo: “todo se va a importados”.
La ventaja impositiva juega un rol clave en esta disputa ya que, las medidas del Gobierno con baja de aranceles a las importaciones y ampliación del límite de u$s 1000 a u$s 3000 un año atrás, contrasta con la elevada carga fiscal que asumen los fabricantes locales.
Al mayor cupo para traer bienes del exterior, ARCA sumó una franquicia de u$s 400, lo que exime del pago de impuestos por ese monto y reduce significativamente los costos tributarios respecto al régimen anterior.
Al impulso oficial se agregan promociones y descuentos que ofrecen las empresas de correo internacional para captar cada vez a más clientes.
Además de las compras tradicionales, otra alternativa que se suma a la ola de compra al exterior es Grabr que como “regalo” de fin de año, redujo su comisión para pedidos de hasta u$s 200, “el rango más elegido por los compradores argentinos durante la temporada navideña”, indicó la firma.
Durante la temporada de fiestas, la demanda en Grabr -que conecta a compradores con viajeros que traen productos directamente desde el exterior- se concentra fuertemente en productos con precios por debajo de los u$s 200, un rango que incluye algunos de los regalos más buscados.
Entre los artículos más vendidos en la plataforma se encuentran zapatillas, beauty tech, wearables y dispositivos inteligentes como New Balance 9060, herramientas de peinado Dyson o Google TV 4K.
En números, por ejemplo, el grabador de voz Plaud NotePin, con un precio de u$s 127 en Grabr, en Argentina puede costar el equivalente a casi u$s 295.
“En un contexto de incertidumbre económica, los compradores priorizan regalos prácticos, con alto valor percibido, y buscan mantener el gasto bajo control. También vemos una clara preferencia por pagar en dólares para ganar previsibilidad y evitar la volatilidad de la moneda local”, explican desde Grabr.
De cara a la Navidad 2025, Grabr espera un aumento de la actividad respecto de los meses previos, impulsado por la estacionalidad de los regalos y por la decisión de muchos usuarios de planificar sus compras antes de fin de año. “Esta tendencia refleja un comportamiento más amplio: comprar con mayor anticipación, elegir regalos con sentido y aprovechar oportunidades para acceder a productos internacionales a precios más competitivos”, aseguran desde la aplicación.
A pesar de que la inflación mensual se consolidó en un 2,5% en noviembre, los informes de Scentia y NielsenIQ coinciden en que el consumo masivo sigue en terreno negativo o con una recuperación extremadamente débil.
La estabilidad de precios ha mejorado el ánimo social, pero no ha sido suficiente para recomponer el bolsillo de los hogares.
Para Scentia, el consumo en noviembre mostró un retroceso del 1,8% respecto a octubre y una leve baja interanual del 0,1%. El informe destaca que el principal freno es el deterioro del ingreso real y el aumento de los gastos fijos (como servicios), lo que obliga a los consumidores a comprar menos unidades y elegir presentaciones más pequeñas.
Según los datos que analiza Osvaldo Del Río, las grandes cadenas de supermercados logran sostenerse mejor gracias a promociones agresivas, mientras que los comercios de cercanía sufren más el impacto del ajuste.
Por su parte, NielsenIQ observa que, aunque la confianza del consumidor subió a 46 puntos (un alza del 9% en el mes), esto no se traduce en ventas.
Tras un 2024 con una caída estrepitosa del 16%, el 2025 apenas muestra un avance del 2%, que perdió fuerza hacia el final del año. A diferencia de otros reportes,
En este sentido, NielsenIQ señala que los autoservicios independientes mostraron mayor dinamismo (creciendo un 6% en el último bimestre) debido a que su canasta llegó a ser un 10% más barata que en las grandes superficies, atrayendo al consumidor que busca el ticket más bajo.
Ambas consultoras advierten un cambio profundo en el comportamiento de compra: el fenómeno del “downtrading” (migración hacia marcas económicas) ya es generalizado.
La recuperación para 2026 se perfila lenta y moderada, totalmente condicionada a que los salarios logren ganarle a la inflación y que la presión de las tarifas de servicios públicos le dé un respiro a la capacidad de consumo básico.

