La influencer argentina Paulina Cocina explicó cómo preparar el asado negro venezolano, un plato tradicional de las fiestas navideñas, a partir del corte conocido como “muchacho”. En un video, dio los pasos centrales de la receta, desde la marinada hasta la cocción lenta que da como resultado una carne tierna y sabrosa.
El asado negro se caracteriza por una carne tierna y una salsa oscura, con un dulzor moderado que surge del uso de “papelón” —azúcar de caña sin refinar— y del tiempo de cocción prolongado.
La preparación se basa en una carne muy tierna y una salsa oscura que combina dulzor y cocción prolongadaAl presentar la receta, Paulina Cocina aclaró en su video la simpleza del plato. En ese sentido, explicó que se trata de “meter un montón de cosas”, en referencia a las verduras, los condimentos y el vino tinto que conforman la base de la salsa. Según detalló, el secreto está en licuar bien todos los ingredientes antes de pasar a la carne.
En Venezuela, el corte clásico para el asado negro se conoce como “muchacho”. Paulina aclaró que no se trata de un corte exótico ni difícil de conseguir: “No es nada más ni nada menos que el viejo y querido peceto”.
Antes de marinarlo, recomendó pinchar la pieza para facilitar que la salsa penetre en la carne. Al describir ese paso, remarcó la importancia de respetar la técnica tradicional y señaló: “Cierren los ojos y háganlo, porque así se hace”.
Antes de iniciar la preparación, la receta requiere reunir ingredientes simples y fáciles de conseguir. Estos son:
Para la carne
Para la salsa
La preparación del asado negro se organiza en etapas simples y consecutivas que Paulina Cocina explica detalladamente:
El plato se presenta en una fuente, con las rodajas cubiertas por la salsa oscura. Paulina aclaró que el perfil final no resulta excesivamente dulce: “Es medio dulce, pero no es superdulce”.
Durante décadas circuló el mito de que el nombre y el color del asado negro surgieron a partir de un descuido de una cocinera, quien habría excedido el tiempo de sellado de la carne.
Sin embargo, los primeros registros históricos del plato se remontan al siglo XIX, cuando ya se documentaban en Venezuela preparaciones de carne de res dorada que era sometida a una cocción prolongada.
Así lo señala el periodista Rubén Rojas en la sección Bienmesabe, de El Estímulo, al citar recetarios como El agricultor venezolano o lecciones de agricultura práctica nacional (1861), de José Antonio Díaz, donde se describe un método basado en el sellado inicial y un extenso tiempo de cocción.
Con el paso de los años, esa técnica reaparece en distintas versiones del recetario venezolano. Armando Scannone la retoma en Mi cocina a la manera de Caracas (1982) y presenta una preparación cercana a la actual, lo que confirma la continuidad histórica del plato.


