El ritual de la escoba de Yule está relacionado con la tradición de la quema del tronco del mismo árbol, como símbolo para despedir a la oscuridad y purificarla con ayuda del fuego, así como con la elaboración de escobas herbales, que limpiaban los espacios de las energías negativas, en preparación para el solsticio de invierno.
La escoba de Yule es un ritual ideal para realizar el 21 de diciembre, día del solsticio de invierno y de la llegada del espíritu de Navidad, y a que se asocia con la purificación y con el fin de la oscuridad, de acuerdo con Spells 8.
Ritual de la escoba de Yule durante el solsticio de inviernoPara elaborar este amuleto de protección se requiere de un palo de madera, así como ramas que serán las cerdas, y una cuerda o listón para amarrarlas al mango.
Algunas personas pueden agregar elementos relacionados con el solsticio de invierno, como hiedra, ramas de pino o racimos de acebo.
Una vez lista la escoba, puede usarse para barrer las diferentes habitaciones del hogar, lo que ayudará a expulsar las energías no deseadas.
Además, el ritual apunta a que es útil barrer con dirección hacia puertas y ventanas para así garantizar el flujo de energías. Muchas personas suelen invocar ayuda divina de diferentes deidades o espíritus con la finalidad de que su ritual sea más poderoso.
La escoba de Yule representa un amuleto que forma parte de un ritual de solsticio de invierno y tiene como objetivo el “barrer las energías negativas” del cuerpo y de los ambientes, de acuerdo con Villa Samadhi.
También puede colocarse sobre las puertas y ventanas como símbolo de protección del hogar, además de ser útil para bendecir cosechas, siembras y campos.
Este amuleto también se asocia con rituales antiguos de fertilidad que tenían lugar en las bodas paganas, así como con fiestas celtas de unión de parejas.
La escoba también se asocia con el medio de transporte con el que viajaban las brujas entre las diferentes dimensiones, aunque actualmente se concibe más como una herramienta de limpieza y como un objeto simbólico para conectar con las energías de renovación que marca el solsticio de invierno.
Por otro lado, herbanostra apunta que el Yule también formaba parte de un ritual en el que se quemaba su tronco, como símbolo del fin de la oscuridad y la limpieza energética.
Esta quema se realizaba en compañía de sahumerios, que también tenían el propósito de purificación, y se usaban plantas aromáticas como el romero.
Se trata de un símbolo pagano conocido por ser “precursor” del árbol de Navidad y está relacionado con las celebraciones del solsticio de invierno, según el sitio web Neim Haim.
El Yule, era el nombre que se le daba a la festividad que consistía, entre otras cosas, en colocar un árbol dentro de los hogares, el cual simbolizaba al Gran Fresno Yggdrasil, que para los paganos era un símbolo del que pendían los Nueve Mundos, incluido el de la humanidad.
El árbol de Yule era una parte central de las celebraciones del solsticio de invierno, de acuerdo con Tercera Vía MX. Lo más común era utilizar abetos o pinos que representaban la conexión de los seres humanos con los dioses, la vida y la eternidad.
Los árboles son considerados los “precursores” del árbol de Navidad actual, debido a que se decoraban con frutas, nueces, cintas y pequeños símbolos de prosperidad, fertilidad y protección, similar a lo que ocurre con las luces y las esferas.

