Después de dos años de testeo en la Argentina, entre otros diez países, World Rugby decidió avanzar con la reducción de la zona de tackle y determinó que en el próximo Mundial Juvenil sólo estará permitido tacklear debajo de la línea del esternón, una medida tendiente a disminuir las conmociones cerebrales y, de superar la instancia de evaluación, susceptible de ser extendida en un futuro al nivel profesional.
La problemática de los golpes en la cabeza se ha convertido en una cuestión central en el mundo del rugby, desde las categorías formativas hasta la elite. World Rugby, el órgano que dicta los destinos de este deporte, ha puesto especial énfasis en este área dentro de una política general de priorizar el bienestar de los jugadores. A modo de prueba, a principios de 2024 dispuso la ampliación del espectro en que un tackle se considera peligroso y es susceptible de sanción en las competencias de divisiones juveniles en once países, entre ellos la Argentina. Ante el éxito de esta medida, que según la entidad madre tuvo como efecto una reducción de entre el 8 y el 10% de tackles peligrosos a la altura de la cabeza.
Ahora, World Rugby decidió extender los alcances de esta evaluación por primera vez al rugby de elite, donde el límite del tackle permitido es la línea de los hombros, al aplicarlo el próximo Mundial Juvenil, a disputarse en Georgia entre junio y julio próximos. A partir de los resultados que arroje esta prueba, sumado a la devolución que brinden los jugadores y distintas partes involucradas en el juego, se analizará si es susceptible de aplicarse también al rugby profesional.
Estas medidas responden a un intento de morigerar una de las mayores preocupaciones que afectan al rugby vernáculo: las conmociones cerebrales producto de los choques cabeza contra cabeza. Según un estudio de World Rugby divulgado por la UAR dos años atrás, la mayor parte de las lesiones cerebrales se producen en acciones en torno al tackle: entre un 60 y un 75%, según el nivel de rugby (en el rugby amateur es del 68%, por ejemplo), con mayor incidencia sobre el tackleador que el tackleado (47 contra 22% en el rugby profesional).
En pos de mejorar el bienestar de los jugadores, en los últimos años World Rugby introdujo una serie de medidas en todos los niveles, como la introducción del protocolo de conmoción, una mayor rigidez a la hora de sancionar golpes a la altura de la cabeza y la implementación de protectores bucales inteligentes y programas de educación para los jugadores. “El análisis de 20.000 tackles en el juego de elite ha demostrado que estas medidas han logrado un nivel de cambio de comportamiento positivo similar al de bajar la altura legal del tackles en el rugby de base”, informó a través de un comunicado.
La regla que reduce el espectro del tackle y lo limita por debajo del esternón está acompañada de otras medidas que también entrarán en vigencia en el próximo Mundial Juvenil: se contemplan excepciones para las acciones de pick-and-go cerca de los rucks y para los jugadores en acción de try, donde se vuelve mucho más difícil de tacklear por debajo del esternón debido a la posición baja del portador de la pelota; se sancionará a los portadores de la pelota que hagan contacto con el rival de manera peligrosa, liderando con la cabeza, y se permitirán los doble tackles, siempre y cuando el primer tackleador realice el contacto por debajo del esternón.
“World Rugby nos solicitó adherirnos a una prueba experimental en las leyes del juego que contemplaban una variación en la altura del tackle por la que pasaron a ser penalizados los tackles por encima de la línea del esternón. En 2024 comenzó a aplicar esta variación”, dijo a LA NACION Victor Luna, gerente de Competencias y Desarrollo de la UAR, al explicar el proceso. “Nosotros le enviamos a World Rugby los videos del Campeonato Argentino Juvenil M17 de 2024 y próximamente le vamos a enviar los del 2025. A partir de eso World Rugby saca sus conclusiones. Todavía no hemos recibido la comunicación oficial sobre las conclusiones que han sacado de las pruebas en la Argentina y los demás países que se adhirieron a las pruebas experimentales”.
La decisión de utilizar al Mundial Juvenil como banco de pruebas no es casual. Según explica The Times, World Rugby considera que este certamen ofrece un entorno ideal para medir el impacto real de la reducción de la altura del tackle en un rugby de alta exigencia física, pero aún en una etapa formativa avanzada, donde los hábitos técnicos todavía pueden ser corregidos sin la resistencia cultural que suele aparecer en el nivel profesional. Ya se hizo con otros cambios reglamentarios recientes, como la tarjeta roja de 20 minutos, la patada 50-22, el reloj para las patadas o la protección del medio-scrum a la salida del ruck.
De superar la instancia de evaluación y convertirse en regla para todo el espectro del rugby, sin dudas sería el cambio más revolucionario desde que el rugby adoptó el profesionalismo.


