El mejor recuerdo que tiene Gary Cooper en su paso fugaz por las Grandes Ligas es haber puesto out al veloz Omar Moreno, de los Piratas de Pittsburgh, con un certero tiro desde el jardín izquierdo a la segunda base en un intento del panameño de convertir su imparable en un doble. Con esa jugada se consumó la victoria de Bravos de Atlanta.
Para Cooper fue por demás emocionante ya que Piratas, era el campeón defensor en aquella temporada de 1980. También era la primera ocasión que jugaba ante miles de aficionados. “Fue como pegar un jonrón para ganar el juego”, recordaría el pelotero.
Gary Cooper es homónimo del excelente actor, ganador de dos Oscar y quien personificó espléndidamente a Lou Gehrig, en la película El orgullo de los Yankees.
Cooper, el beisbolista de los Bravos de Atlanta, destacó en su juventud como atleta al correr 100 yardas en menos de 10 segundos. También triunfó en el futbol americano y basquetbol, pero el beisbol era su pasión. En seis años en las ligas menores promedió 30 bases robadas por temporada y tuvo un máximo de 43 robos en un calendario.
Considerado como uno de los beisbolistas más veloces de su generación, logró su ascenso a la Gran Carpa con aquellos Bravos, dirigidos por Bobby Cox, en su primera etapa, y que tenía como estrellas al nudillero Phil Niekro y al jonronero Dale Murphy. Las oportunidades para Cooper fueron escasas. Apenas vio acción en 21 juegos, la mayoría de ellos como corredor emergente o en funciones defensivas. Sólo tuvo dos turnos al bat y se fue sin hit. Su velocidad quedó demostrada al conseguir dos robos en tres intentos y anotó tres carreras.
Cooper sólo estuvo 42 días en Grandes Ligas y de haber estado un día más con el uniforme de los Bravos, aunque no hubiera jugado, le habría alcanzado para recibir una pensión. Cooper no lo imaginó en aquellos tiempos. Luego de que fue enviado de regreso a las ligas menores, decidió retirarse apenas a los 24 años, al estar convencido de que ya no tenía nada que demostrar en ese nivel.
Gary Cooper, quien cumplirá 69 años el próximo 22 de diciembre, no ha tenido trabajos fijos y ha vivido con escasos recursos. En los últimos años comparte casa con una de sus sobrinas. Amigos lo apoyaron con abogados, que buscaron, sin éxito, apelar con el Sindicato de Peloteros para que pudiera recibir la pensión al justificar que sólo le faltó un día.
Se realizó una campaña para pedir a Bravos que le ofrezca un contrato, pero tampoco ha recibido una respuesta positiva. De haber cumplido los 43 días de servicio en Grandes Ligas recibiría aproximadamente 50 dólares mensuales como pensión, al menos una ayuda.
Gary Cooper no es el actor, pero protagoniza una historia de película.


